Que adoro la lectura no debe resultar un misterio por estos lares. Y por ello, adoro también cada instrumento o recurso que puede ser utilizado para su fomento o dinamización, entre ellos, las bibliotecas.
Una biblioteca infantil ha de cumplir una serie de características que la hagan apta e idónea para el público infantil. Los niños son diferentes a los adultos, eso es algo obvio, y obvio también debería resultar que los espacios destinados a ellos han de ser diferentes a los destinados a los adultos.
Empecemos por la edad, las bibliotecas infantiles han de estar enfocadas a todo el público infantil, esto es, a partir de 0 meses, de hecho, ya hay, por fortuna, muchas bibliotecas informadas de esto que han adecuado sus infraestructuras y fondos a este tipo de público: los bebés, la lectura ha de mamarse desde la cuna. Obsoletos quedaron los tiempos en que los libros eran sólo para niños mayores que ya sabían leer. Y por ello, las bibliotecas han de adecuarse a esto.
No se trata de cuatro paredes, unas estanterías con cuentos y libros y unas mesas y sillas. Se trata de crear un espacio donde los niños se encuentren a gusto. Estanterías a su altura, donde los libros se hallen a su alcance. Un lugar en el que poder sentarse en el suelo, una alfombra o tapiz serían idóneos para este fin. Los niños hablan y se mueven, malo sería si no lo hicieran. Son curiosos por naturaleza y esa curiosidad hay que alimentarla respondiendo a las preguntas que surgen durante la lectura, por ejemplo. Las bibliotecas infantiles han de estar preparadas para ello, aceptar que los niños no se comportan de la misma forma en la biblioteca que los adultos, que hacen ruido y se mueven. Lo ideal sería tener dos espacios diferenciados, uno para adultos y otro para niños, pero si esto no puede ser así por escasez de espacio…¿por qué se ha de priorizar al adulto ante el niño? Es decir, ¿por qué ha de ser el niño quien se amolde a las características de una biblioteca para adultos y no al revés?
En las bibliotecas no sólo se lee, también se escucha, a alguna persona que esté leyendo un cuento o explicando algo. Se fomenta la creatividad y la imaginación, los libros abren la mente a nuevos mundos, a nuevas experiencias. Los libros son también una fuente de conocimientos, por lo que las bibliotecas fomentan el aprendizaje.

Hoy en día, con la crisis, a muchas familias les resulta un gran esfuerzo económico el tener que comprar libros y cuentos a sus hijos, esto es así, es por ello que las bibliotecas ejercen también una labor social.
La biblioteca infantil ha de ser un lugar que invite a quedarse horas en él, con un ambiente agradable, donde los niños estén deseando ir porque se encuentren a gusto. Libros y cuentos para todos, desde el recién nacido hasta el adolescente. Mobiliario y decoración adecuadas. Actividades, talleres y charlas destinadas al fomento y dinamización de la lectura…
Algunos ejemplos de bibliotecas infantiles
Una biblioteca de Barcelona
Biblioteca Hjerring en Dinamarca
Biblioteca Cañizares y Puente de Vadillos, un ejemplo de que el tamaño del pueblo en el que se encuentre la biblioteca, no es excusa para el tamaño de la misma.
Artículos interesantes sobre lectura y bibliotecas infantiles:

¿Habéis escrito o conocéis algún otro artículo interesante relacionado con el tema? ¿Tenéis alguna foto de una biblioteca infantil que queráis que aparezca en este post? Si os apetece, podéis añadir vuestra entrada relacionada con las bibliotecas, lectura para y con bebés, fomento de la lectura, cuentacuentos, recomendaciones de libros, vamos, todo lo que creáis que podría encajar con esta temática, aquí abajo…

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