La vida se divide en etapas, y en el caso de los bebés estas se suceden unas a otras con mayor rapidez.
Antes de que te quieras dar cuenta, ese pequeño bebé recién nacido que sostienes entre tus brazos aprenderá a gatear, después a andar, le saldrán los primeros dientes y eso abrirá la veda a que hagan su aparición todos los demás.
Pronto llegará su primer día de colegio (aquí comienzan a los dos años), y los años se sucederán como en un abrir y cerrar de ojos, en un parpadeo el tiempo se irá.
No malgastes ese precioso tiempo con tu bebé preocupàndote por contentar a los demás, por hacer lo que otros harían en tu lugar, no aceptes consejos no pedidos, opiniones a destiempo. Ignora todas las críticas que recibirás por no hacer las cosas como quieren los demás porque el tiempo pasa y ese tiempo que te estás preocupando por hacer lo que los demás creen adecuado es tiempo perdido de disfrutar de tu hijo.
Nadie está en posesión de la verdad y estilos de crianza hay tantos como personas, eso no quiere decir que una esté bien y las demás mal. Se aprende a base de errores. Y no siempre quien más experiencia tiene es quien más sabe, no lo olvides.
No pierdas tiempo pensando en los demás y emplealo en ti misma y en disfrutar de esta etapa que ya nunca volverá.
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