Hoy es jueves, día en que suelo escribir sobre un libro, pero esta semana he decidido no hacerlo por una buena causa. Hoy es 21 de noviembre, el cumpleaños de mi marido.
Él no lee mi blog, no suele utilizar mucho internet, por eso, no creo que llegue a leer esto, o quizás sí, no lo sé. Pero desde aquí quiero felicitarle, en este cumpleaños tan especial, especial y único, ya que es el primer cumpleaño en el que le podrá felicitar nuestro bebé. Esa pequeña personita que desde hace casi tres meses nos alegra el día a día. Esa personita risueña que se dedica a sonreirnos cuando le miramos, que cada vez que mi marido llega a casa de trabajar, se dedica a contarle en su idioma especial sus historias del día a día. Claro, eso es lo que digo yo que hace, pero es que es graciosísimo porque cuando le ve llegar, se pone a hacer ruiditos y a emitir sonidos como si le estuviera contando lo que ha hecho, o le estuviera dando la bienvenida a casa.
Por eso, desde aquí, aunque él no lo lea, quiero felicitarle.
Había una vez una amatxu de dos preciosos niños, que además era profesora. Como le apasionaba leer y escribir decidió abrir un blog en el que poder plasmar sus ideas, reflexiones, descubrimientos sobre el embarazo, la maternidad y la educación. Con el tiempo, el blog fue evolucionando y los libros y la literatura fueron ocupando más espacio. Libros, recursos educativos, planes para hacer con niños y manualidades compartían espacio en ese mágico blog llamado Cuentos de amatxu. Bienvenidos a mi reino, bienvenidos a mi blog.
Comentarios recientes