Una cita ya ineludible en estas fechas es realizar una visita a Izenaduba, la casa del Olentzero y entregarle en mano la carta. El nombre de Izenaduba viene de un dicho en euskera: «Izena duen guztia bada», todo lo que tiene nombre, existe. Dicho que se utiliza en el contexto de la mitología, dando a entender que todos los seres mitológicos existen, puesto que tienen nombre.
En Izenaduba, por tanto, no solo podremos estar con el mismísmo Olentzero y Mari Domingi, sino que podremos conocer a varios de los personajes de la mitología vasca, que serán los encargados de acompañarnos en nuestro recorrido, proporcionándonos pistas para poder llegar hasta el Olentzero.
Conoceremos a Mari Teilatuarena, este personaje tiene una historia muy interesante, cuando a un niño se le cae un diente, ha de lanzarlo al tejado de su casa, y después Mari Teilatuarena lo recogerá, lo sumergerá en un lago y lo convertirá en una estrella. Dice la leyenda que todas las estrellas del cielo son los dientes que se le han ido cayendo a la gente, y que gracias al camino que trazan en el cielo, Olentzero será capaz de saber dónde vive cada uno la noche de nochebuena para entregarle sus regalos. Conoceremos a una lamia que canta, canta y canta, a Sugaar, marido de Mari, a Gaueko, el señor de la noche, a Basajaun que es el encargado de cuidar de los bosques, nos guiará a través de un laberinto en el que deberemos recoger basura que luego reciclaremos distribuyéndola en diferentes contenedores. Conoceremos también a Napo, el burro de Olentzero. Y a Mari, con quien entraremos en su cueva para poder tomar una poción que haga que el enfado se vaya.
Finalmente, entraremos en Landetxo Goikoa, allí, etxekojaun nos contará un poco sobre el caserío, el más antiguo de Bizkaia, encontraremos dentro también a un galtzagorri y los niños jugarán en unas pantallas a atrapar más galtzagorris. Y, finalmente, conoceremos a Olentzero y Mari Domingi.
Pero ahí no acaba nuestro recorrido, esperaremos jugando un rato en los columpios hasta que un iratxo venga a recogernos y nos lleve de nuevo hasta la entrada, y los niños mayores de 3 años podrán montar en un simulador 3D.
La visita completa tiene una duración de más de dos horas, dos horas y 45 minutos exactamente estuvimos nosotros. Es realmente recomendable para ir con los niños.
Durante el año hacen más actividades relacionadas con la vida en el caserío.
Jo qué chulo! Y me parece muy interesante! Me gustaría leer algún libro de mitología vasca!
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