Un jueves más me apunto a la iniciativa de Trimadre a los 30 y escribo una entrada en este diccionario de la maternidad.
En este caso la letra elegida por mi es la «C» de consejo.
Consejo, dícese de eso que todo el mundo se cree con derecho a darte desde el momento en que te quedas embarazada.
No sé, es algo matemático, todo el mundo cree que lo sabe todo en cuestión de embarazos y bebés, te dan consejos que nunca has pedido, incluso hay personas que se creen con más autoridad que las matronas, ginecólogos, médicos, pediatras…y te aconsejan desoir las indicaciones de estas personas para seguir las suyas, alucinante.
Cansada acabé en el embarazo y agotada estoy ya de tanto consejo que no he pedido, que no quiero y que no necesito. Acostumbrada como estoy a hacer siempre lo que he creído conveniente, me agota el tener que escuchar a todo el mundo aconsejar sin que yo haya pedido consejo alguno.
Había una vez una amatxu de dos preciosos niños, que además era profesora. Como le apasionaba leer y escribir decidió abrir un blog en el que poder plasmar sus ideas, reflexiones, descubrimientos sobre el embarazo, la maternidad y la educación. Con el tiempo, el blog fue evolucionando y los libros y la literatura fueron ocupando más espacio. Libros, recursos educativos, planes para hacer con niños y manualidades compartían espacio en ese mágico blog llamado Cuentos de amatxu. Bienvenidos a mi reino, bienvenidos a mi blog.
Jolín… Yo escribí un post hace tiempo sobre esto también. Es que yo creo que hay gente que lleva en la sangre lo de dar consejo y opinar sobre las vidas ajenas. Qué hartura! Yo creo que lo mejor es hacer que escuchas, asentir y luego hacer lo que te de la gana y te pida el cuerpo. Porque a veces los consejos no son malos, y tampoco hay que cerrarse a escuchar. Pero desde luego, la decisión es de cada persona y eso es así.
¡Un besote!