Hace algunas semanas, tuve un pequeño problema con la bibioteca de nuestro pueblo, no nos dejan entrar con el cochecito del bebé en el interior, al preguntar al ayuntamiento el motivo, su respuesta fue realmente preocupante…respondieron que por razones evidentes un bebé no dispone de servicios para él en el interior de la biblioteca…vamos, que creo que no entendían qué narices podía hacer un bebé dentro de una biblioteca. Al margen del hecho de que perfectamente podría entrar en el recinto para acompañar a alguno de sus progenitores o hermanos a hacer uso de los servicios de la biblioteca, creo que desconocen que el amor por los libros y la interacción con los mismos, comienza mucho antes de saber leer. Por esto, este libro me ha encantado, porque no hace sino corroborar mi creencia de que los bebés han de tener cuentos a su alcance para poder jugar e interactuar con ellos…
¿Cómo puedo describir este libro? pareciera que lo hubiera escrito yo misma, me ha enamorado, y es que…habla de libros y cuentos! Cuenta cómo Mimi descubre los libros, cómo va interactuando con ellos, descubriendo cuentos de diferentes materiales, jugando e interactuando con ellos de muy diversas formas…y es que, como nunca me canso de repetir, los libros están para divertirse, para jugar con ellos, para interactuar…porque sólo de este modo, aprendiendo a verlos como algo divertido, será cómo nazca el amor por la lectura.
Me gusta porque enumera libros diferentes, blandos, de cartón…libros cada uno apropiado para una edad diferente, y por ello me gusta, porque muchas personas parecen creer que los libros son sólo de papel y que su única finalidad es la de ser leídos, y en este libro Mimi nos demuestra que no es así, y que desde la más tierna infancia se puede empezar a interactuar con ellos.
Parece muy interesantw.
Me ha sorprendido lo de la biblioteca ¡¿Cómo que no pueden entrar?! Uffff
En realidad…no pueden entrar ni sillas ni cochecitos, lo que dificulta bastante el poder ir con dos niños de corta edad…