
Este mes en Edukame tratan un tema que suele preocupar y agobiar mucho a los padres: las rabietas.
Está dividida en tres apartados: Qué saber, Qué hacer y Consultas reales.
Antes de nada, aclaran que las rabietas son algo natural en la evolución de los niños (¡tranquilo! ¡lo estás haciendo muy bien! )
Esta etapa es realmente importante para el desarrollo del niño, ya que sirve de entrenamiento para canalizar la frustación, aceptar los límites…por lo que es una gran oportunidad para enseñarles herramientas y mecanismos para adquirir habilidades sociales que les sirvan en la adolescencia o adultez.
Cuando consentimos a los niños no les estamos ayudando.
Las rabietas surgen cuando el niño no consigue lo que desea o algo no le sale como esperaba. Es su manera de mostrar su frustación.
Empiezan alrededor de los 12-18 meses, empeora entre los 2 y 3 años y remite sobre los 4 años.
Cómo se puede orientar a los niños:
- Ofrecerles pautas claras.
- Ajustar las normas y expectativas a su edad.
- Mantener los objetos prohibidos fuera de su vista y alcance.
- Atender sus propios límites.
- No son tolerantes ante la frustación.
- Ofrecer constancia.
- Ofrecer pocos «no» pero claros.
- Coherencia en los padres.
- Tiempo de calidad para estar con los niños
Cuando el niño está teniendo una rabieta no se le debe gritar ni amenazar. Hay que mantenerse firme en la postura, no razonar en ese momento, no pegarle, no etiquetarle…
Cuando se pase la rabieta habrá llegado el momento de razonar con el niño.
Se incluyen además varios documentos para ayudar con esta problemática.





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