Nunca pensé que fuera tan complicado lo de moverse en transporte público con un bebé, pero en estos cinco meses y pico, ya he tenido dos percances. En concreto con Euskotren.
El primero de los hechos ocurrió hace algunos meses, volviendo ya para casa, al ir a salir de la estación, descubrí que no podíamos hacerlo. Hay dos máquinas canceladoras anchas, las dos únicas por las que cabe el cochecito, en esa época mi hijo aún era muy pequeño,por lo que debía ir en el capazo. Una de las máquinas estaba estropeada, la otra tenía una de las puertecillas abiertas, cuando pasé la tarjeta, la otra no se abrió, eso sí, cobrarme me cobró. Me encontré en una estación en la que no trabaja nadie, no hay nadie en la ventanilla, lleva cerrada mucho tiempo. Por lo que cuando ocurre algo, nunca hay nadie para solucionarlo. Intenté salir por una puerta que hay en un lateral, ya que en ocasiones está abierta, supongo que para casos como éste. Nada, estaba cerrada. Hay un botón que comunica con alguna oficina, o no sé. Llamé para contar mi problema, la chica me respondió que estaba abriendo la puerta ella desde donde estaba…no, pasaba como cuando yo había pasado mi tarjeta, se abría sólo una de las puertas. No me supo solucionar el problema. Afortunadamente, dos personas que se disponían a salir de la estación, levantaron a pulso el cochecito mientras yo sostenía entre mis brazos a mi bebé, y de este modo pudimos ir a casa, y pude dar de comer a mi pequeñajo, ya que el pobre estaba además llorando desconsoladamente porque tenía hambre, ya le tocaba comer, y yo no había podido hacerlo a tiempo debido a que no habíamos podido salir de la estación.
Cuando puse una reclamación, online, obviamente, ya que en mi estación tampoco hay forma de reclamar, me contestaron que tendría que haber llamado al botoncito ese al que yo ya llamé, y que las cosas pueden fallar. Respuesta insatisfactoria en mi opinión, pero bueno…
Hoy ha sido peor, hoy he temido por la integridad de mi hijo, y por eso no paso. Estábamos esperando al tren, en la zona asignada en el anden para acceder al vagón especial para cochecitos, sillas de ruedas…vamos, en el lugar indicado para nosotros. La persona en el interior del tren, ha intentado abrir la puerta, pero pese a dar varias veces al botón, la puerta no se abría, así que he ido a la siguiente puerta, se ha abierto, pero para mi horror, cuando estaba metiendo la silla, la puerta se ha cerrado! pillando la silla entre las puertas, la ha pillado por la zona de la capota, menos mal, si llega a pillar unos centímetros más adelante no quiero ni imaginar lo que podría haber pasado, puesto que mi hijo lleva siempre la mano por fuera. No podía sacar la silla, ni hacia delante ni hacia atrás. Además si la empujaba hacia dentro…la silla iría sola en el tren! Dos chicas que viajaban en el tren se han dado cuenta de la situación y han abierto las puertas a la fuerza, sosteniéndola lo sufieciente para que tanto mi pequeñajo como yo pudiéramos acceder al interior. Es un error imperdonable, no puedo quitármelo de la cabeza la situación.
Viajar con sillas o cochecitos en Euskotren es peligroso.
Ostras que mal!!, lo primero mal y si encima pusiste una reclamación y la contestación fue esa, muy mal.
Pero esto de quedarse pillada la silla… que miedo!!! Pero bueno, piensa que el niño esta bien, olvídalo.
Sí, el servicio de atención al cliente…sin más.
Sí, pensaremos que sólo se quedó en un susto!